A PREGUNTA DEL MILLÓN.

Como sumar vida a nuestros años.

La salud se fortalece todos los días: según sean nuestros hábitos y elecciones, en gran medida será nuestra salud.

El llevar un estilo de vida saludable será esencial para mantenerse bien. Muchos trastornos de salud se pueden prevenir con elecciones de vida inteligentes.

Lo primero y más importante:

Crear hábitos saludables

El hábito es un comportamiento que en su rutina se convierte en costumbre y puede favorecer al desarrollo de una vida saludable, es algo que tenemos que aprender.

Practicar las buenas costumbres es tan importante como abandonar los malos hábitos, la toma de consciencia de los efectos nocivos que ocasionan en el organismo es el primer paso.

Adquirir vitalidad

Estirarse cada mañana o antes de acostarse son buenos hábitos que valen la pena incorporar a la vida cotidiana. Está comprobado que el estiramiento mejora la flexibilidad y ayuda a relajarse, cuando hay estiramientos los músculos se extienden más allá de su longitud normal.

Por eso acostumbrarse a una rutina de estiramiento como el Pilates beneficia a los músculos con más fuerza y suma vitalidad a todo el organismo.

Crear el hábito de relajarnos

Aprender a relajarse es un proceso largo, constante, paciente, que te aporta multitud de beneficios, tales como encontrar la paz interior, aprender a gestionar de una forma más positiva las emociones, nos ayuda a pensar con más claridad, nos ayuda a equilibrarnos, a conocernos, a querernos, a saber escuchar los mensajes de nuestro cuerpo, a sentirnos más sanos, nos ayuda a liberar el estrés, nos ayuda con los problemas encontrando soluciones, nos ayuda a vivir en forma más plena y en armonía.

Relajarse es dedicarnos un tiempo al día a nosotros, tres, cinco, diez minutos, ese tiempo que se pare todo lo demás y te centras solo en ti. Ese simple gesto de cada día cambia el día y cambia la vida.

Acostumbrarnos a recibir un masaje de relajación para aliviar las tensiones que se reflejan en nuestro cuerpo es una experiencia que nos hará ver la importancia de la relajación.

Una alimentación saludable

Consiste en ingerir una variedad de alimentos que te brinden los nutrientes que necesitas para mantenerte sana, sentirte bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales.

Hay que elaborar un plan de alimentación saludable para darle a nuestro  cuerpo lo que necesita, no hay que privarse de nuestros alimentos favoritos pero tampoco cometer excesos. Si sientes que te privas de lo que te gusta, probablemente estarás irritable y te costará más cumplir con el plan de una alimentación saludable.

El secreto es comer estos alimentos de forma consciente para que disfrutes al máximo con una cantidad pequeña.

Dejar de lado el sedentarismo puede ser más agradable de lo que te imaginas, realizando regularmente una actividad física acondicionada a nuestra forma física.

Mover el cuerpo es una manera ideal de eliminar toxinas a través de las secreciones del cuerpo, además mantiene nuestro sistema inmunológico activado debido al movimiento de los músculos el cual ayuda a mover la linfa hacia los ganglios linfáticos que son nuestros limpiadores de toxinas, manteniéndonos saludables.

Incluir el ejercicio en nuestra rutina es fundamental para sentirnos vitales, elegir una actividad acondicionada a nuestra forma física es la mejor forma de mantenernos sanos y vitales.

La vida sana está estrictamente ligada a nuestro estado emocional. Cuidar este aspecto evitará un desequilibrio físico y mental. 

Un ejemplo claro de ese desequilibrio que todos hemos sufrido en alguna ocasión son las contracturas musculares, estas  pueden ser causadas por conflictos emocionales ya que existe una estrecha relación entre el cuerpo y la mente. La contractura es una reacción del sistema nervioso central que limita la elasticidad muscular, cuando el tono muscular aumenta los capilares y terminales se comprimen, impidiendo el paso de la sangre y los nutrientes del cuerpo, especialmente oxígeno en forma normal formándose esos nudos tensionales.

Y por último, y tan importante como lo primero…

Mejora tu descanso: Un estilo de vida más saludable no consiste únicamente en ser más activo, sino también de respetar el cuerpo y darle el tiempo de descanso que requiere para recuperarse.

Asegúrate un ambiente óptimo para descansar al menos unas 7 a 8 horas y respeta tus ciclos de sueño.