¿Por dónde empezamos?

Empezaremos por buscar un equilibrio en el día a día, tanto en la alimentación como en la actividad física, como en los cuidados que tenemos que tener con nuestro cuerpo, para que nuestra salud y nuestro físico no decaigan durante el periodo vacacional.

Practicaremos un deporte moderado acondicionado a nuestra forma física, es mejor que la dificultad del ejercicio escojamos  sea gradual, ya que nuestros músculos no están listos para hacer más actividad física que de la que hacemos antes.

Prepárate para el ejercicio.

Antes de comenzar a hacer cualquier ejercicio, es necesario realizar un buen calentamiento y estiramiento, de esta manera evitaremos las lesiones pues elevaremos  la temperatura de nuestro cuerpo antes de pasar a una actividad más intensa. Igualmente, al terminar el entrenamiento es importante que estiremos los músculos para relajarlos y evitar que nos duelan.

Mientras más tiempo, mejor!

El tiempo que duremos practicando deporte  después de media hora, será tiempo dedicado a deshacerse poco a poco de la grasa que nos sobra y además a fortalecer nuestros  músculos

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Descansar es básico.

Recobrar fuerzas es tan importante como entrenar. Nuestros músculos necesitan volver a su lugar para empezar nuevamente. Son necesarios los periodos de recuperación muscular.

Alimentarnos  de acuerdo a nuestras  necesidades.

Hay que recordar  que la combinación ideal para ponerse en forma es hacer una dieta equilibrada junto con ejercicio. Cuando ejercitamos nuestro cuerpo utilizamos más energía, por lo que necesitaremos también alimentarnos de forma correcta para evitar llegar a la desnutrición.

Hay que equilibrar nuestra  dieta para tener suficiente aporte de cereales, frutas y verduras, y deberemos distribuirlos  en 4 ó 5 comidas al día, así garantizaremos que además de ponernos en forma, nuestra salud será también ideal.

La espalda. 

La mayor parte de las molestias de la espalda son producidas por la tensión que acumulamos a lo largo del tiempo. Los dolores de espalda afectan a los nervios de la espina dorsal, pudiendo producirse dolores referidos en las nalgas, piernas, brazos… etc.

Practicar ejercicio es indispensable para evitar dolores de espalda, y para fortalecer los músculos que sujetan nuestra columna vertebral.

 El masaje es una de las técnicas más apropiadas para mitigar los dolores de espalda y prevenir que se repitan. Con el masaje lo que vamos a conseguir es relajar la tensión que genera el dolor y las molestias, vamos  a nutrir la musculatura y prevenir la atrofia muscular que lleva asociado el dolor de espalda, cuando la espalda nos duele intentamos moverla lo menos posible y esto va a provocar que esa musculatura se debilite agravando aún más la dolencia.

Con el masaje lo que vamos a conseguir es relajar la tensión que genera el dolor y las molestias, vamos  a nutrir la musculatura y prevenir la atrofia muscular que lleva asociado el dolor de espalda, cuando la espalda nos duele intentamos moverla lo menos posible y esto va a provocar que esa musculatura se debilite agravando aún más la dolencia.

La clave para mantener alejados los dolores de -teniendo una buena higiene postural:

-controlando que nuestra higiene postural sea la correcta.

-manteniendo una buena forma física

Nuestras piernas.

Es una época en la que debido al calor, a los baños de sol , podemos padecer de piernas más cansadas, retención de líquidos, mala circulación… etc. Para mitigar todos estos pequeños inconvenientes utilizaremos la Presoterapia, con la que conseguimos activar y estimular la circulación mediante la aplicación de presión positiva. Lo que va a producir la presoterapia en nuestro organismo es la movilización lenta y progresiva del fluido encargado de transportar nutrientes a las células, simulando el recorrido normal de la linfa,  y eliminando sus productos de desecho sacándolos  fuera de ellas a través de pequeños vasos linfáticos.

Con la presoterapia también ayudamos a tratar la indeseable celulitis, combinada con aparatología y masajes tanto anticeluliticos, reductores y reafirmantes conseguimos tratar un problema que afecta a un gran número de mujeres y también de hombres, dado que la celulitis no es exclusiva de la mujer.

Nuestra piel. 

El sol, el agua de mar, la exposición al aire libre o el cloro de las piscinas puede debilitar nuestra piel para lo que es conveniente estar preparados.

El primer paso será limpieza e hidratación tanto corporal como facial, mediante la aplicación de cremas y aceites se le devolverá la elasticidad y suavidad así como vitaminas, minerales y antioxidantes, necesarios para el cuidado de la piel.

Realizar tratamientos de cabina específicos será muy importante para conseguir una piel elástica y nutrida, a la vez que va a favorecer un bronceado uniforme y bonito.

Realizar un tratamiento de vitamina C va a mejorar el relieve de la superficie de la piel, frenara la formación de radicales libres y sobre todo estimulara la producción de fibras colágenas del tejido conjuntivo frenando la perdida de humedad.

Otro elemento que colabora notablemente en la salud de la piel es aloe vera, que favorece la rápida descomposición de las células muertas en la superficie de la piel, lo que la hace lucir más suave y radiante.

El sol.

Disfrutar del sol no significa sufrirlo, el sol tiene grandes beneficios pero a la vez a hay que tener un especial cuidado con él. Ayuda en la formación de vitamina D y aporta diversos beneficios terapeúticos  en diversas enfermedades, pero sin embargo es importante utilizar la protección adecuada a nuestro fototipo de piel, para evitar quemaduras o incluso males mayores.

Imprescindible a la hora de disfrutar del sol, conocer nuestro fototipo de piel y utilizar la protección adecuada a él; y sobre todo evitar la exposición al sol en las horas centrales del día.

Organizar nuestro tiempo para evitar el estrés.

 El estrés puede afectar más de lo que pensamos a nuestra salud. Por muchas tareas que tengamos que hacer, hay que planificarlas para disponer de tiempo libre.

Y dejar tiempo para darnos un capricho… nada mejor para relajarse que regalarnos un masaje welness, de bienestar y relajación. Existen masajes de todo tipo y con diferentes finalidades, desde masajes faciales para favorecer y estimular la circulación del rostro, corporales de relajación, el chocolate, las piedras calientes, el herbal spa, fresas con champagne, ritual de baco… con estos conseguiremos estimular la circulación venosa, hidratar nuestra piel y relajar y estimular nuestros sentidos